Fue una gran experiencia haber vivido este Raid, realmente uno siente esa unión que tiene un Scout con la naturaleza y sus amigos....
Sentía que mis pies reventaban, pero nada se deja a medias, uno llega hasta el final... y la recompensa inesperada de ver un lugar tan hermoso, es más satisfactoria que cualquier tipo de regalo material.
Sentí hambre, pero aprendimos a compartir lo poco que teníamos, a intentar que los demás se sientan un poco más cómodos sintiendo el calor de la fogata que no debía extinguirse.
…Todo es valorado en aquel lugar….
Se recuerda perfectamente la frase que nos marcó mientras volvíamos: “todo favor se devuelve de alguna forma”
La historia es un poco extraña, le ofrecimos trabajo a una señora a cambio de un poco de agua y quizás alguna pequeña porción de comida, y ella aceptó… hizo sentarnos en una mesa y dijo: “la comida que tengo es mas o menos mala” nosotros entendíamos que no podíamos ser exigentes con comida regalada, ES MÁS, estábamos dispuesto a comer cualquier cosa que no afectara nuestro organismo de manera negativa.
De repente se vió a
Terminamos de comer… “Bueno señora rosa, y ahora… ¿Qué podemos hacer para devolverle el favor que nos hizo?”… ella responde que lo único que esperaba era que si alguna vez volvíamos a pasar por ahí que la fuéramos a Saludar.
